En la fría mañana del 26 de diciembre de 2008, alzaba mi voz en el Congreso Nacional, un lugar que debía ser un bastión de democracia y justicia. Sin embargo, lo que resonaba era la desconexión entre los gobernantes y aquellos a quienes deberían servir. Ese día, mi discurso, aunque han pasado años, sigue siendo un eco persistente en la lucha por una República Dominicana más justa.
con el Dr. Frank Martínez, todo sobre la Constitución de la República Dominicana